Manolo González vino a presentar su película a Onda


Manolo González vino a Onda a presentar su documental "Manolo Recicla" y tuve el honor de poderle entrevistar para el semanario ARRELS. Esta es la entrevista que apareció en el mismo.

Ha venido a Onda ha presentar su documental “Manolo Recicla”, pero ¿cómo nació la idea de realizar esta película?


Bueno, yo le veía pasar por mi barrio, por mi calle, y veía que él llevaba varios carros de la compra, del supermercado, paseando por el centro de Madrid, en plena calle Toledo y era una imagen potente, poderosa. Era una imagen impactante. En aquella época me había comprado una cámara. Pensaba hacer una película con esa cámara, pero lo primero que pensé, una vez con ella en la mano, fue en seguirle, en grabarlo.

¿Tenía pensado que ese seguimiento acabaría siendo un documental?

No quería hacer un documental, sino una especie de reportaje, cómo era el vivir en la calle, no se, no tenía una idea muy clara. Tenía pensado grabarlo diez, quince veces, un mes, dos… Claro, en aquella época no le conocía, y no pensaba en ir más allá. Una vez le conocí, me di cuenta de quien era, lo que había recorrido , conocí su historia y me planteé que quizás había más historia que contar.

¿Pensó entonces en hacer un documental sobre él en concreto o sobre la vida de las personas que viven en la calle, tomándolo a él como ejemplo?

No, pero es que eso no sirve. Cada persona tiene su historia, y más de él, que es muy peculiar. Hay algunas que se parecen entre sí, pero la de Manolo es muy particular. Yo quería hacer la de él, porque no sirve hacer algo más general, porque te pierdes en generalidades, y a mi me interesaba la suya, que como te digo, es muy peculiar.

Las personas que viven en la calle suelen pasar desapercibidas para la mayoría de la gente, nos ponemos una venda y ni las vemos. ¿Manolo era consciente de esa situación?

Sí, creo que él era muy consciente de que vivía en la calle, y además, lo era de que estaba en la calle porque quería. Él tenía un piso que llevaba vacío desde hacía dos años. Y era un piso que tenía objetos de valor, entre comillas. Sí, él sabía que la calle era su hogar y lo aceptaba. Le gustaba estar en la calle porque siempre estaba con alguien, con quien charlaba, compartía cosas… Siempre tenía a una especie de protegido, una persona a la que cuidaba, aconsejaba… Prefería pasar frío, estar en la calle que en su piso, donde decía que le agobiaba la soledad.

¿Cúal es su reacción después de que usted le dijera que quería seguirle, grabar su vida?

Todo fue muy natural desde el primer momento. Él me preguntó por qué quería hacer eso, porque me interesaba. Yo le expliqué porque: porque quería conocer su vida, su historia, su día a día, y él dijo que muy bien. Era muy abierto y no puso ningún problema. Además, le gustaba “chupar cámara”, le encantaba hablar hacia la cámara. Supongo que tenía una vida muy anodina, muy aburrida, y le gustaba que, de repente, alguien se fijara en él, en lo que hacía.

El documental rompe con la estética del documental a uso, y vemos como están apareciendo formatos televisivos de reportaje de calle tienen una estructura parecida, más cercana y menos artificiales. ¿Crees que este nuevo estilo de hacer reportajes es lo que demanda la sociedad actúal?

Sí, bueno, esto es obvio. Las nuevas tecnologías han permitido que se puedan hacer equipos muy reducidos, y tanto como el mío, que soy yo sólo. Callejeros, por ejemplo, son varios reporteros, entre cámara, sonido, reportero, etc. De hecho, Nacho Medina, el subdirector del programa se puso en contacto conmigo para utilizar el documental en una charla sobre teleperiodismo, porque le parecía un buen ejemplo de esto, de teleperiodismo, que es lo que ellos hacen. Desde luego, está casi todo visto y la gente se cansa del formato de la voz en off y la elaboración. Esto es distinto, es la realidad tal y como es. Hay gente que tras ver “Manolo Recicla” me ha comentado que no tiene la sensación de ver como habla a la cámara, sino que mira por una ventana, algo mucho más cercano.

Ese mensaje, ¿está siendo bien recibido por los espectadores del documental?

Pues sí. Hoy lo han visto unos cien chavales, y me ha gustado comprobar que ha habido muchas preguntas, que han sabido ver la película y que han sacado alguna lección. Saben que hay que cuidarse, que todos podemos llegar a ser Manolo y que hay que tener cuidado con el alcohol, con las drogas, que pueden llevarte a un pozo bastante hondo.


Los premios han sido muy numerosos, pero Manolo González valora más los premios “oficiales” o la reacción de los chavales al verlo?

Hombre, es una pregunta difícil. Cuando te dan un premio, va acompañado del reconocimiento del público. En Benicassim me dieron un premio del público, igual que en otros muchos. El premio material es algo muy bonito, que te da cierto prestigio, pero el otro día estuve con doscientos chavales, otro con unos 600, hoy con 100, y eso también me da una gran satisfacción, ver como asimilan lo que intento transmitir. Cuando alguien me ve, y ve que soy una persona sóla, y que le he gustado el documental, es un premio.

¿Sus próximos proyectos?

He acabado un documental, también realizado de la misma manera, pero ahora estoy enfrentándome a una película de ficción. El tema será realista, de cosas que le pueden pasar a cualquiera. Los malos tratos, la violencia de género, cosas que por desgracia están en la calle y que se viven. Ahora se está poniendo en marcha unas campañas que potencian el intervenir si eres conocedor de una situación de malos tratos, y ya está bien que se potencie esto. En mi película se habla de esto precisamente, de un chaval joven que sabe que sus vecinos están viviendo una situación así. Se hablará de la prostitución, de la calle, de lo que la sociedad está viviendo y que no se ve, o no se quiere ver. La idea es transmitir que todo lo que ocurre en un sitio nos afecta a todos como sociedad. Espero que quede bien ya que es una historia que va a sorprender mucho. La están leyendo varios actores y les está transmitiendo muy buena onda. Además, uno de los personajes será el propio Manolo. Estaba en principio, pero era un barrendero. Assumpta Serna, la actriz, me dio la idea de convertir este personaje en el propio Manolo. A veces, necesitas a alguien de fuera para hacerte ver algo que tienes delante.



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